Con el hongo penicilium roqueforti en corteza, está elaborado con leche de vaca cruda, madurado durante un mínimo de 100 días. Tiene sabores propios de la flora autóctona del valle de Soba, con corteza enmohecida, y aroma intenso que recuerda a hongos y heno recién cortado.
Además, el gusto a nata, yogur y mantequilla, y los toques afrutados están muy presentes en estos quesos que, más adelante, adquirirán notas tostadas y de madera o cuero viejo.
Credits: Quesería Quesoba